No hace mucho, la Cámara de Diputados de San Lázaro recibió a estudiantes de periodismo, profesores, medios de comunicación y demás interesados a un foro que tenía un fin específico: tratar del crimen organizado y el abuso de poder.
El día del cierre de dicho acto, Raymundo Riva Palacio (director editorial de El Universal) y Jorge Fernández Menéndez (editorialista de El Excélsior) fueron los encargados de dirigirse al público presente y como era de esperarse, trataron temas como la libertad de expresión y las agresiones a periodistas en relación al narcotráfico.
La ponencia del representante del Excélsior estaba en pleno apogeo y con la atención de quienes lo escuchaban (o fingían hacerlo) hasta que cierto personaje dueño de un gran hueso en la sede acaparó la atención de todos. La diputada Ruth Zavaleta entraba triunfal al edificio. De inmediato la atención se perdió sólo para recuperarla rápidamente.
Volviendo a lo que nos interesa: durante dicho evento se trataron temas como el acoso a periodistas por parte de los cárteles imperantes en México así como de la autocensura por parte de quienes laboran en los medios, esto debido a que el miedo (totalmente legal como el señor Riva Palacio lo argumenta) es quien frena al periodista a publicar su trabajo para así poder salvar el pellejo.
¿Y de la libertad de expresión? Aparentemente mucho se trato; sin embargo, es un tema que aterra a quien lo toca, pues aún se teme decir que no existe tal cosa debido a que son los dueños del poder quienes la manejan.
Refiriéndome al señor Riva Palacio en entrevista dijo algo que me llamo la atención: los medios de comunicación (en este caso impresos y específicamente su diario) sí hacen labor social dirigiéndose al gobierno para evitar que el crimen organizado se expanda en nuestro país. ¿Cómo? Pidiendo que la droga sea algo legal evitando su comercialización ilícita.
Como yo soy una de las tantas personas que evita leer su diario, pues no me enteré de que, exactamente una semana antes de dicho foro, había sido publicado un editorial con dicho mensaje al gobierno federal. Es justo aquí donde me atrevo a citar a Jorge Fernández Menéndez, quien durante su ponencia afirmó que quienes no leen lo que él escribe es porque simplemente no les gusta su trabajo y es algo válido. Tal vez por eso no tuve la dicha de leer la editorial del señor Riva Palacio.
Ni hablar, seguiremos escuchando de asesinatos, narco-fosas y demás crímenes realizados por narcotraficantes debido a que el crimen organizado no para.
El día del cierre de dicho acto, Raymundo Riva Palacio (director editorial de El Universal) y Jorge Fernández Menéndez (editorialista de El Excélsior) fueron los encargados de dirigirse al público presente y como era de esperarse, trataron temas como la libertad de expresión y las agresiones a periodistas en relación al narcotráfico.
La ponencia del representante del Excélsior estaba en pleno apogeo y con la atención de quienes lo escuchaban (o fingían hacerlo) hasta que cierto personaje dueño de un gran hueso en la sede acaparó la atención de todos. La diputada Ruth Zavaleta entraba triunfal al edificio. De inmediato la atención se perdió sólo para recuperarla rápidamente.
Volviendo a lo que nos interesa: durante dicho evento se trataron temas como el acoso a periodistas por parte de los cárteles imperantes en México así como de la autocensura por parte de quienes laboran en los medios, esto debido a que el miedo (totalmente legal como el señor Riva Palacio lo argumenta) es quien frena al periodista a publicar su trabajo para así poder salvar el pellejo.
¿Y de la libertad de expresión? Aparentemente mucho se trato; sin embargo, es un tema que aterra a quien lo toca, pues aún se teme decir que no existe tal cosa debido a que son los dueños del poder quienes la manejan.
Refiriéndome al señor Riva Palacio en entrevista dijo algo que me llamo la atención: los medios de comunicación (en este caso impresos y específicamente su diario) sí hacen labor social dirigiéndose al gobierno para evitar que el crimen organizado se expanda en nuestro país. ¿Cómo? Pidiendo que la droga sea algo legal evitando su comercialización ilícita.
Como yo soy una de las tantas personas que evita leer su diario, pues no me enteré de que, exactamente una semana antes de dicho foro, había sido publicado un editorial con dicho mensaje al gobierno federal. Es justo aquí donde me atrevo a citar a Jorge Fernández Menéndez, quien durante su ponencia afirmó que quienes no leen lo que él escribe es porque simplemente no les gusta su trabajo y es algo válido. Tal vez por eso no tuve la dicha de leer la editorial del señor Riva Palacio.
Ni hablar, seguiremos escuchando de asesinatos, narco-fosas y demás crímenes realizados por narcotraficantes debido a que el crimen organizado no para.
1 comentarios:
Hola,
No hay ángulo, y el texto se va perdiendo en generalidades.
En todo caso, tu mejor dato, viene hasta el último, y si no tuviste la oportunidad de leerlo en su momento, podías consultarlo vía archivo de El Universal y poder citarlo.
¿"Cede" o Sede?
Saludos
RL
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